La transformación digital (TD) es una lucha de poder. Las altas esferas de las empresas no están enfocando con liderazgo y decisión los cambios que las organizaciones necesitan. Esto hace que sus propios negocios fracasen una y otra vez a la hora afrontar esta metamorfosis. Los cargos medios son los que reciben la ardua tarea de acometer estos cambios con las manos atadas por dos importantes premisas. La primera, y probablemente la más importante, no tienen poder real de decisión, por lo que sus decisiones son meramente "opinativas". Y en segundo lugar, e igual de preocupante, es que no pueden, o no deben, decir que no a lo que se les impone desde arriba, aunque sepan a ciencia cierta que esas órdenes están mal encaminadas.
Artículo original: Lana actitud de jefe (y en el de líder), un grano tropiezo para lana transformación digital